Visita a las obras de ampliación del C.C. La Despernada
El alcalde, Luis Partida, ha visitado hoy las obras de ampliación que el Ayuntamiento está llevando a cabo en el Centro Cultural La Despernada con el fin de dotar de nuevas aulas a la Escuela Municipal de Música y Danza. Está previsto que los trabajos, a los que se ha destinado un presupuesto de aproximadamente un millón de euros, hayan concluidos a finales de este año.
“La ampliación del centro cultural es necesaria para poder dar respuesta a la demanda de actividades de música y danza. Nuestra escuela se ha convertido en un referente, gracias a la calidad de la enseñanza y al gran equipo docente con el que cuenta, algo que nos llena de orgullo”, señaló el regidor, quien supervisó las obras acompañado por el teniente de alcalde y concejal de Obras, Enrique Serrano, el concejal de Cultura, Jesús Fernando Agudo Sánchez y demás concejales, así como por los responsables del proyecto y de la obra.
En la actualidad, en la Escuela Municipal de Música y Danza hay matriculadas más de 700 personas de todas las edades.
Proyecto
Los trabajos se están llevando a cabo en los dos patios exteriores del centro, ubicados en los extremos oeste y este del edificio principal. Según se recoge en el proyecto, por un lado, en el edificio del patio oeste se van a ubicar dos aulas, una para música y danza y otra de menor tamaño para percusión. Por otro lado, el edificio del patio este albergará dos aulas para agrupaciones. En el distribuidor principal del centro cultural existen puertas de salida a cada patio lateral, por las que se conectará con dichas ampliaciones.
En ambos espacios se potenciará la iluminación natural con un sistema de lucernarios que recuerdan al edificio actual del centro cultural, bañando de luz las paredes laterales.
El proyecto de ampliación quiere respetar la idea original de los muros de ladrillo visto del actual edificio, diseñado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, cerrando el recinto en sus extremos. La imagen exterior es la de un volumen prismático blanco, igual al resto de volúmenes existentes, que guarda cierta separación al muro de ladrillo perimetral. No hay huecos en las fachadas hacia el exterior de la parcela. En el interior, las aulas presentan huecos acristalados que miran al edificio existente. La iluminación natural se completa con un sistema de lucernarios que recuerda al edificio mayor, bañando de luz las paredes laterales.
Los nuevos edificios se distribuyen en una única planta. En su perímetro se adosan al muro de ladrillo, lo que resulta en zonas de altura libre reducida, que se ven compensadas por el espacio central de cada aula con sus lucernarios.